Menopausia
La menopausia se produce en la adultez de la mujer, y ocurre cuando los ovarios dejan de producir hormonas, como los estrógenos y progesterona. Uno de los primeros síntomas son los cambios en los ciclos, alteración del sueño, mareos y los bochornos. Este último, es un calor intenso que se irradia por la mitad superior del todo el cuerpo y la cara, y que muchas veces genera sudoración excesiva, enrojecimiento facial, palpitaciones y frío.
La característica esencial de la premenopausia es la irregularidad en el ciclo menstrual de la mujer y suele ir acompañada de otro tipo de señales como sofocos, palpitaciones, sequedad vaginal, disminución de la libido y ansiedad.
Molestias de la menopausia
- Bochornos, calores, sofocos
- Cambios del estado de ánimo
- Sequedad vaginal
- Dolor en la relación sexual
- Disminución del deseo sexual
- Sangrados irregulares
- Terapia de reemplazo hormonal en la menopausia
- Dolor de las mamas
- Prevención, diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis
Para que ciertas incomodidades, propias de la menopausia, sean menos molestas, el especialista recomienda:
- Mantener una alimentación equilibrada y variada: consume más frutas, verduras, leguminosas, fibra y carne magra, además de productos lácteos, pues aportan una cantidad suficiente de calcio. Prefiere el aceite de oliva a los aceites vegetales. Evita las comidas ricas en grasa, como carnes grasosas, embutidos, productos lácteos no descremados, postres, galletas, panecillos, pasteles y frituras, entre otras, además de las bebidas alcohólicas.
- Evitar el tabaco: éste aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y cáncer.
- Hacer actividad física: practica algún deporte dos o tres veces por semana como mínimo. La actividad física ayuda a conservar la flexibilidad y la fuerza muscular.
- Usar lubricantes: debido a la resequedad vaginal, es recomendable utilizarlos durante las relaciones sexuales.
- Controlar el peso: es recomendable tratar de perder los kilos que se ganan al inicio de la menopausia, ya que el sobrepeso aumenta los bochornos. Es mejor mantener una alimentación equilibrada que someterse a dietas demasiado estrictas.